Si hay algo que caracteriza a un informático, por norma general, dentro de mi rama, es que se nos ignora e incluso ridiculiza hasta que ohh! sorpresa! se necesita algo de nosotros.

El caso es que si un usuario te ve por la calle, y tienes suerte, te saluda con un leve movimiento de la cabeza, o un "Hola" bajito, todo para que no se sepa que te conoce, o que se le pegue algo, como si fueras un inadaptado social o estés lleno de "virus de esos que dicen que tiene los ordenadores".

Ahora, la cosa cambia si resulta que quiere que le hagas un favor, (o te quiere preguntar por el ordenador de moda, como pasar sus contactos a su nuevo smartphone) o cuál es el mejor modo de evitar los procedimientos, porque esa es otra, puede que te digan: "No, es que quiero que me des acceso a la adsl para que me la pille el móvil y ver unas cosas que tengo en la nube, que mi hijo quiere que le descargue y le imprima en el trabajo", todo de viva voz, por supuesto, y tu, que sigues a rajatabla el procedimiento tal y como te exigen, le dices: "Por favor, gestiona el caso por el procedimiento establecido, aunque ya te adelanto que para temas personales, no te lo van a aprobar" a lo que el usuario dice: "Bueno... yo digo que es para trabajo y ya está, tu no digas nada, eh?", cosa que directamente genera en su cara una cruz negra, por tratarme como si fuera tonta o no tuviera nada que decir al respecto... finalmente le deniego el acceso yo misma; bueno, que me voy por los cerros de Úbeda, a lo que iba, el caso es que con tal de saltarse los procedimientos son capaces de invitarte a una recepción oficial o tratarte como si hubieran cenado contigo cada nochebuena, pero aaayyy, como se te ocurra decir que NO... entonces el cielo se ennegrece, rayos comienzan a formarse en el horizonte y el rictus del usuario para a ser más tenebroso que el del Gatekeeper del juego aquel que daba canguelillo de pequeños...

Queridos todos, somos unos calimeritos de la tecnología, y es que seguirán cambiándose de vagón en el metro, o peor, juntándose para comentarte una incidencia o lo malo que es el sistema o su ordenador a todo volumen en medio de gente que ni sabe ni quiere saber de qué va el tema, dejándote como una panoli mirando a la gente, porque esa es otra, o no nos hacen caso, o nos persiguen en las peores situaciones. En mi caso particular, la hora de la comida para mi es sagrada, pues no, siempre hay alguien que te dice...."Siento interrumpir peeroooo..." o "Disculpa, resulta que tengo un problema" y tu con los macarrones en el tenedor en un equilibrio constante mientras se enfrían. Pero lo peor viene después, cuando estás lavándote los dientes no puedes huir, te quedas con el cepillo en la boca y empiezas a echar espumarajos que no sabes si es pasta de dientes o directamente indignación sólida. Aunque el peor, el que sin duda es el más molesto de mis recuerdos, es en pleno mingitorio, en plena micción, cuando, en el urinario contiguo, separado por una mampara y comunicado por pies y techo, la usuaria de al lado, en micción continua, me relataba su desdichado caso con un fichero... y es que o te ignoran, o te persiguen hasta los lugares más recónditos!