Los usuarios están ahí porque tiene que haber de todo en
esta vida, y esto es una verdad como un templo.
El caso de “se me ha roto el ordenador “, o el “-no funciona, -el qué?, -nada” son
incidencias recurrentes que hacen que al
usuario le aparezca una barrita de vida cual videojuego en el que van
desapareciendo la fuerza y sobre todo, la paciencia.
¿A qué viene todo esto? A casos típicos en los que los
usuarios deciden que algo no funciona porque “hemos roto” o “tocado” algo. Lo
que ellos no entienden es que tenemos miles de cosas al día que hacer, y que
dejarles sin trabajar no es parte de nuestro trabajo, aun así, muy
pacientemente les dices “a ver... qué te pasa”, y luego son chuminadas
campestres, como por ejemplo, un par de casos que a continuación os detallo:
1.- El caso del silencio absoluto, y es que por raro que
parezca, hay gente que no sabe que si el volumen del ordenador está silenciado
o bajo, no van a oír nada! Y el tener que levantarte para darle al botón y
entonces... “se hizo el sonido”
2.- El caso del ordenador dormido, cuando después de pasar
un par de horas entre papeles, parloteo y cafés, se dan cuenta de que su
ordenador se ha apagado y “ohhh! Lo he perdido todo! Ya han tocao’ ”, NO, alma
cándida, no he tocado nada, simplemente, el ahorro de energía establecido por
defecto en tu ordenador se ha activado, pasando a hibernarlo y por tanto,
dejarlo inactivo, a lo que yo para darle al botón y entonces.... “se hizo el
movimiento”
3.- El caso de la pantalla díscola, porque cuando se ponen
cosas miles en la mesa y se mueve la pantalla, en algún momento se pueden
producir dos problemas, que el cable de red o vga se caiga, y deje sin imagen
el equipo, o como en este caso, que al moverla la agarran y pulsan el botón del
monitor, apagándolo. A lo que llego y en medio de su pánico, miro el equipo y
veo que está encendido, y los cables del monitor conectados, por lo que me
acerco para darle al botón y entonces....”se hizo la luz”
Es en ese momento cuando la gran mayoría exclama, sin pudor
ninguno (y eso que tras la tontería deberían cuanto menos sonreír y dar las
gracias), “¿Y era eso?, pues vaya, para eso le había dado yo y cobro tu sueldo,
te pagan para darle a un botón....” y yo, que soy muy digna les respondo,
acallando cualquier posibilidad a réplica:
“No me pagan por darle a un botón, sino por saber a qué
botón he de darle”. Y me voy, con mi dignidad intacta y la cabeza muy alta.
(Epic WIN)
Cuando un informático no sabe qué hacer...
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